Es impresionante la capacidad de nuestro cerebro para adaptarse a nuevas situaciones, como por ejemplo ir o volver de vacaciones, que suponen un cambio considerable en nuestra rutina. A continuación, hablaremos de los procesos que hacen posible esta flexibilidad mental, y como unas buenas vacaciones pueden favorecer nuestra salud física y psicológica.
La Neuroplasticidad y los procesos de aprendizaje y acomodación a nuevas rutinas también durante las vacaciones
La neuroplasticidad hace referencia a aquella condición que permite a las neuronas regenerarse tanto fisiológicamente como de forma funcional, logrando así crear nuevas conexiones sinápticas. La plasticidad no únicamente permite al cerebro recuperarse e incluso restablecerse ante trastornos o lesiones, sino que también puede reducir los efectos causados por diferentes alteraciones patológicas y también hacer frente a etapas de cambio de actividad o descanso.
En los procesos de aprendizaje las conexiones sinápticas permiten que ante una nueva experiencia, el cerebro establezca una serie de caminos que posibilitan el tránsito de la información de manera más eficiente, produciendo así aprendizajes significativos que se incorporan en la memoria a largo plazo. Sin embargo, en situaciones de estrés se liberan una hormona llamada “cortisol” (muy necesaria para nuestro rendimiento académico o laboral) que liberada en grandes dosis durante mucho tiempo a causa de estrés crónico puede generar problemas graves de salud como insomnio, hipertensión arterial, debilitamiento del sistema inmunológico e incluso puede generar daños cerebrales en el hipocampo (parte del cerebro con la que trabaja la memoria, el aprendizaje y la orientación).
Durante las etapas estivales nuestra rutina cambia, y se fuerza al cerebro a realizar un parón de nuestras actividades rutinarias de trabajo y aprendizaje escolar, pero además es en este momento en el disponemos de más tiempo para descansar y para hacer cosas nuevas, y esto es muy bueno para la neuroplasticidad cerebral y para la liberación de dopamina y serotonina (hormonas de los sentimientos de la felicidad). Unas buenas vacaciones nos ayudan a mejorar nuestra salud física y psíquica, aumentan nuestra capacidad de innovar y de resolver situaciones adversas, en definitiva podemos decir que reinicia y renueva nuestro cerebro.
Aquí van algunos consejos para sacar el máximo partido a las vacaciones:
- Planifica menos cosas y deja tiempo para improvisar.
- Procura dormir más y mejor.
- Cuida tu alimentación.
- Desconecta de las redes sociales.
Desde CIE ALMORADÍ os deseamos unas FELICES VACACIONES
“DESCONECTA, DESCANSA Y DISFRUTA”
Cristina Rodríguez Verónica Campillo